4 de febrero de 2011

La soledad de los números primos

Como suele ocurrir muy a menudo, este es un típico caso de libro de éxito con película fallida. La vi en versión original y no me convenció nada el planteamiento que se da a los personajes, hasta que uno se centra en la película pasa bastante tiempo y si recordamos algo del libro quizá podamos entenderla de alguna manera. Una de las cosas que más me llamó la atención, y porque no decirlo, me exasperó, fue la parte de la iluminación, demasiados contraluces con luz del sol borrando la cara a los personajes, parece con esto que el director se le ha pasado por alto este efecto óptico y que quizá en otras ocasiones o en una exposición fotográfica puedan ser de una sutil belleza. Otra cosa sin mucho sentido la escena de la discoteca, demasiado larga y con una música machacona que dan ganas de apagar el dvd en ese momento.

El protagonista masculino (Riccardo Scarmacio) se metía bien en su papel, es decir, inexpresivo y sin saber a donde ir. Parecido a lo que le ocurria a Alba Rohrwacher, la "prota" femenina.

Al final lo único que queda de la película es un caos de flash backs, de luces extrañas, un no se sabe que querer decir y como decía Carlos Boyero en El País: "Un relato caótico y desprovisto de la menor capacidad de emoción (...) sucesión de dislates tan retorcidos como pobremente expresados".

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