Si en mi anterior entrada hacía referencia a una película bastante mala, en esta ocasión quiero hacer referencia a una que me ha encantado. El libro cuando lo leí me gustó mucho, todas las descripciones que se hacen de esa Fraga y esos pequeños cuentos que de manera fragmentada muestran la vida de todos los personajes, muchos de ellos animales pensantes como en las fábulas, son encantadores por cuanto es eso, como un cuento que pudiéramos leer y retrotraernos a nuestra infancia.
La película tiene también ese encanto de los cuentos pero con personajes reales. Es típico del director José Luis Cuerda, meternos en ese ambiente de pueblo que algunos conocemos bien, y como ocurre en los pueblos pequeños presentarnos a unos personajes que conocemos todos y que no por ser tópicos les quita el menor encanto. A esto ayuda el plantel de actores de primera línea de nuestro cine y que han creado casi un arquetipo de sí mismos. Con mucho humor deambulan por la fraga el bandido Fendetestas, genialmente interpretado por Alfredo Landa, el espíritu penante Fiz de Cotovelo, con Miguel Rellán, el loco de vos con Luis Ciges, y un largo etcétera.
Sin duda como digo, lo grande de esta película es la adaptación que se ha hecho de un libro tan difícil, pues aunque no aparecen los árboles parlantes o los animales hablando, como la reunión que tienen las moscas y el plan de ataque que quieren hacer los gatos, todo lo demás está fielmente plasmado y nos muestra una época que fue dura pero real y con su encanto en la Galicia rural de antaño. Ahora no se entendería tan bien los consejos de la meiga a los crédulos campesinos.
En fin, una historia que ocurrió en aquellos años en que una gallina costaba dos pesetas y la fraga de Cecebre era más extensa y frondosa.